Durante los meses de calor intenso, solemos preocuparnos por nuestra hidratación o el cuidado de nuestras mascotas, aunque también hay otros acompañantes que requieren atención, como es el caso de los celulares. El sobrecalentamiento no es solo una molestia que vuelve lento el equipo, sino un riesgo real que puede acortar drásticamente su vida útil sin que nos demos cuenta.
Vacaciones 2026: las siete mejores playas argentinas para disfrutar este verano, según la IALa electrónica de los smartphones es sumamente sensible. Aunque los dispositivos modernos cuentan con sistemas internos de enfriamiento, el clima extremo de verano puede superar estos mecanismos. Cuando esto sucede, los componentes internos comienzan a degradarse, afectando desde la velocidad de procesamiento hasta la integridad física de las piezas.
Los riesgos para la batería y la pantalla
Uno de los puntos más críticos es la batería de iones de litio. Estos componentes están diseñados para trabajar en rangos térmicos muy específicos. Si se exponen al calor de forma recurrente, su química interna se altera de manera permanente. Esto provoca que la batería dure cada vez menos y, en situaciones críticas, podría incluso hincharse o generar fugas peligrosas.
La pantalla tampoco queda a salvo de los efectos del sol. El exceso de temperatura puede causar fallos en la respuesta táctil, distorsión en los colores o la aparición de manchas y burbujas. Según estudios realizados por entidades como la Fuerza Aérea de Estados Unidos, un incremento de apenas 10°C puede reducir a la mitad la vida útil de cualquier dispositivo electrónico, lo que subraya la importancia de mantenerlos frescos.
Cómo detectar y prevenir el sobrecalentamiento
Afortunadamente, los teléfonos cuentan con un sistema de defensa llamado "estrangulamiento térmico". Es ese momento en el que notamos que el celular se pone lento o que algunas aplicaciones se cierran solas. Es el sistema operativo intentando bajar la temperatura para evitar un daño irreversible. Si sentís que el equipo quema al tacto, lo ideal es apagarlo unos minutos y dejarlo reposar en un lugar fresco.
Para evitar llegar a este extremo, la prevención es la clave. Los expertos recomiendan evitar la exposición directa al sol, especialmente en las horas pico. No es buena idea dejar el teléfono sobre el tablero del auto o usarlo bajo el sol del mediodía. Si es necesario usarlo afuera, buscá siempre la sombra y tratá de que las sesiones de uso sean breves.
Consejos prácticos para cuidar tu equipo
La ventilación es otro factor fundamental. A veces, las fundas protectoras muy gruesas retienen el calor e impiden que el equipo "respire". Al cargar el teléfono, es preferible quitarle la funda y hacerlo en un ambiente ventilado, lejos de ventanas donde pegue el sol. Asimismo, mantener el equipo libre de polvo ayuda a que los componentes disipen el calor de forma más eficiente.
Por último, podemos reducir el "esfuerzo" interno del celular. Bajar el brillo de la pantalla, cerrar aplicaciones que no estemos usando y desactivar funciones como el GPS o el Bluetooth cuando no sean necesarios ayuda a generar menos calor interno.